Turistas paseando por el barrio rojo de Ámsterdam, donde las prostitutas intentan atraer a los clientes desde detrás de su ventana. Foto: iStock
Las famosas ventanas de burdeles de Ámsterdam se cerrarán y se establecerá un nuevo barrio rojo lejos del centro de la ciudad, decidieron los concejales.
El alcalde de la ciudad, Femke Alsema, ha recibido un fuerte apoyo de múltiples partidos políticos para su propuesta de reubicar el distrito de luz roja de De Wallen, informó The Guardian.
Alsema propuso la medida por primera vez a mediados de 2019, argumentando que las prostitutas se habían convertido en una atracción turística, atrayendo miradas y abusos.
Se invitará a los trabajadores a trasladarse a un nuevo «centro erótico» en otro lugar de la capital de los Países Bajos, cuya ubicación exacta aún no se ha determinado.
El partido del primer ministro holandés Mark Rutte VVD apoyó la propuesta, junto con el Partido Laborista holandés, los Verdes, el CDA y ChristenUnie.
Dennis Boutkan, del Partido Laborista, dijo que la medida «restablecería» a Ámsterdam como ciudad turística.
Diederik Boutkan, de CDA, dijo que los turistas son «bienvenidos a disfrutar de la belleza y la libertad de la ciudad, pero no a cualquier costo».
El grupo de presión Red Light United dijo anteriormente que el 90% de las trabajadoras sexuales que entrevistó querían estar ubicadas en las ventanas que bordean la red de calles estrechas y callejones a lo largo de los canales que conforman el distrito rojo.
Un miembro del grupo bajo el seudónimo de Foxxy dijo al periódico local Het Parool que la reubicación de trabajadores «no era una opción» ya que «los clientes no sabrán dónde encontrar prostitutas».
Preguntó si el consejo organizaría autobuses para transportar a los clientes a Westelijk Havengebied, al norte del centro de la ciudad.
Sin embargo, los concejales coincidieron en que la medida era necesaria para cambiar el tipo de turistas que atrae la ciudad central.
Ámsterdam también está tratando de prohibir a los turistas la entrada a otra atracción clave en un esfuerzo por limpiar su imagen: sus cafeterías.
Por sugerencia de Halsema. Solo los residentes holandeses podrían ingresar a los puntos de venta de cannabis.
El plan, apoyado por la policía local y los fiscales, tiene como objetivo abordar el flujo de drogas duras y el crimen organizado vinculado al tráfico de marihuana.
Halsema dijo que quería «encoger» el mercado del cannabis para hacerlo más manejable.
«El requisito de residencia es de gran alcance, pero no veo otra alternativa», dijo.
Sin embargo, Halsema está luchando por obtener apoyo para esta propuesta debido al temor de que entregue el comercio de cannabis a los vendedores ambulantes, informó Het Parool.
Stuff.co.nz
2 de febrero de 2021
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