Empecemos por el principio: ¿qué es Mindfulness, que en portugués se puede traducir por algo como Full Attention? Es una práctica, inspirada en las enseñanzas del budismo, que nos enseña a «centrarnos en el momento» a través de una serie de ejercicios de meditación. Relájate y concéntrate, sabiendo cómo controlar nuestras emociones en lugar de ser controlado por ellas.
Esta es una de las prácticas más de moda últimamente, ya que nos ayuda a hacer frente a las constantes presiones de la vida cotidiana, manteniéndonos centrados en las tareas que tenemos a mano, sin dejarnos abrumar por ellas.
Las técnicas de mindfulness se centran principalmente en la búsqueda de la alegría y la paz, en lugar de desterrar la insatisfacción. Esto, se aprende, debe ser aceptado y sólo entonces podremos aumentar los niveles de felicidad y confianza, y reducir los niveles de ansiedad, estrés e irritabilidad.
Definitivamente nos parece una buena práctica para lidiar con el estrés de estar en casa 24 sobre 24, o tener que salir a trabajar con todos los riesgos involucrados. Y, como la práctica hace al maestro, sus beneficios se pueden sentir desde los primeros ejercicios.
En Youtube, y otros canales, puedes encontrar música y técnicas de relajación Mindfulness, pero aquí hay 5 ejercicios para probar hoy, con o sin la ayuda de la música:
Respiración
Un ejercicio que se hace idealmente en la posición de meditación, de loto, pero que en la práctica se puede hacer de pie, sentado y prácticamente en cualquier lugar, entre otras cosas porque todo lo que hay que hacer es estar tranquilo y concentrarse en la respiración. Sólo por un minuto o dos.
Empieza inhalando y exhalando lentamente. Cada ciclo de respiración debería durar aproximadamente 6 segundos. Inspira por la nariz y exhala por la boca, dejando que la respiración fluya sin esfuerzo dentro y fuera de tu cuerpo.
Intenta quitarte todos los pensamientos, tareas o preocupaciones. Siéntete en armonía con la respiración y concentra toda tu conciencia en ella mientras el aire entra en el cuerpo, desciende, sube y se vacía por la boca… Estás meditando… Y probablemente sientes que la mente se calma, ¿verdad?
Nota; Elija un objeto natural dentro de su radio de acción y enfóquelo. Puede ser una flor, las ramas de un árbol, un insecto e incluso las nubes o la luna. Concéntrese en observarlo mientras pueda mantenerse concentrado. Sólo observa, notando cada detalle y explorando cada detalle como si fuera la primera vez.
Este es un ejercicio muy simple pero increíblemente poderoso ya que enfoca toda nuestra energía en el mundo natural y nos lleva a apreciar elementos aparentemente simples de una manera más profunda.
Escuchen…
No pienses, escucha. No juzgues, escucha. Empieza escuchando una canción que no conozcas, no importa si te gusta o no. Lo ideal es que ni siquiera te guste, para entrenar tu mente a ser menos opinativa. Déjate llevar por la música, intenta aislar el sonido de cada instrumento, cada voz, del resto.
Hágalo mientras dure la música, y luego permítase hacer lo mismo con los ruidos de la vida cotidiana o una casa llena de gente. Esto le ayudará a manejar mejor esos momentos de tensión y a tener una actitud más neutral.
Inmersión
En lugar de esforzarse por completar una tarea tan rápido como sea posible – sólo para pasar inmediatamente a otra – sumérgete primero en la tarea que tienes entre manos. No para terminarlo, sino para estudiar cada momento y encontrar formas creativas de hacerlo mejor.
O simplemente diferente. Elige una actividad rutinaria ̶ que en este punto puede ser incluso la limpieza de la casa – desconéctate del mundo y concéntrate en nuevas formas de limpiar una ventana, o los músculos que usas para aspirar el suelo… Con esto te darás cuenta de que hay formas de disfrutar incluso en las actividades más aburridas.
Disfruta de…
En este ejercicio debes buscar cinco cosas a las que generalmente no le das mucho valor. Estos pueden ser objetos, acciones o incluso personas. Usa un bloque para señalar a los cinco y luego trata de saber todo lo que puedas sobre su existencia o funcionamiento.
Por ejemplo, ¿conoces el proceso que hace que el agua salga a chorros cuando abres un grifo? ¿De dónde viene y adónde va para llegar? ¿Conoces al cartero? ¿Sabes la ronda que haces hasta que llegas a casa? ¿O cuántas cartas entrega al día? Sólo entonces podremos apreciar realmente la forma en que contribuyes tan positivamente a nuestra vida, aunque raramente recibas este reconocimiento. ¿Y se lo merecen, o no?
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