Qué necesario es un buen descanso en nuestro día a día, ¿verdad? Si no estás convencido, piensa en uno de esos días en los que te despiertas con la sensación de no haber descansado en toda la noche. ¿Cómo afrontas el día? Probablemente los cambios bruscos de humor, la irritabilidad y el malestar estén invitados a la fiesta.
Como dicen que la información es poder, te presentamos todo lo que necesitas saber sobre las fases del tiempo y responderemos a la pregunta del millón: cuánto tiempo de sueño profundo necesitamos para estar en plena forma.
Fases del sueño
¿Sabías que el sueño es cíclico? El tiempo que dedicamos al descanso se divide en periodos de unos 90 minutos de duración. Esto significa que si dormimos 8 horas como recomiendan los expertos, experimentamos unos 5 ciclos por noche. Pero ¿qué ocurre en estos ciclos? Te lo resumimos a continuación:
– Fase 1: es la etapa de transición entre estar despiertos hasta que empezamos a quedarnos dormidos y suele durar unos 5 a 10 minutos.
– Fase 2: Se la conoce como la fase del sueño ligero y se trata de una fase muy larga, que ocupa casi la mitad de nuestros ciclos de sueño. Todo nuestro sistema de va preparando para dormir por lo que nuestras constantes se ralentizan.
– Fase 3: Con apenas un par de minutos de duración, esta fase en el preámbulo al sueño profundo.
– Fase 4: Esta es la fase de sueño profundo. Y suele representar un 20% del tiempo total de nuestro sueño. En el primer ciclo, esta fase oscilará entre 45 y 90 minutos; según vayan transcurriendo el resto de ciclos, se irá acortando. Es aconsejable que cada noche pasemos unos 96 minutos en esta fase del sueño. También hay que tener en cuenta que factores como la edad influyen en la cantidad de sueño profundo que somos capaces de experimentar. Cuanto más mayores seamos, menos tiempo entraremos en sueño profundo.
– Fase REM: Se la conoce como “rapid eye movement” porque se detectan movimientos constantes y rápidos de los ojos en esta fase. La fase REM ocupa un 25% del ciclo y es en la fase en la que se producen los sueños.
Consejos para mantener a raya el sueño profundo.
Como comentábamos, hay factores como la edad que no podemos controlar. Sin embargo, hay otros como la alimentación o los hábitos que pueden influir favorablemente a aumentar nuestro sueño profundo y, por tanto, nuestra calidad de descanso.
– Adiós pantallas: Lo sabemos, te encanta mirar series antes de meterte a la cama. Pero, ¿sabes que esto dificulta la posibilidad de que tu cerebro desconecte y consiga un buen descanso? Procura incluir tu rato de series antes de cenar, y pásate a la lectura después. Tu cuerpo lo agradecerá.
– Un buen equipo de descanso: Puedes tener los mejores hábitos de descanso, pero si duermes en pareja y el colchón matrimonial que usáis se hunde, resulta incómodo y sientes todos los movimientos de tu pareja, el sueño profundo saldrá huyendo. Normal, tú también lo harías. Hazte con un colchón y base de cama que se adapte a tus necesidades y notarás la diferencia.
– Ejercicio: ejercicio sí, pero controla cuándo. No lo hagas justo anes de ir a dormir porque puede que te active más de la cuenta y no consigas relajarte una vez en la cama. Lo ideal es practicar deporte a primera hora de la mañana o de la tarde, cuando aún quedan muchas horas para acercarnos a la cama.
Ahora ya conoces las distintas fases del sueño y los mejores hábitos para prolongar al máximo tus horas de sueño profundo. Teniendo en cuenta que debes dedicarle entre 1 y 2 horas de tus noches, ¡ponte manos a la obra para despertarte por las mañanas como nuevo!
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