Si ya has estado en un vuelo de larga distancia y has pasado mucho tiempo sentado en un avión, seguro ya debes saber lo incomodo que resulta ser pasar muchas horas y horas sentado en un avión, sobre todo si estás viajando en clase económica y no cuentas con mucho espacio ni buenos servicios.
Lo que no sabes es que si hay una manera de mejorar la experiencia. A continuación, te comparte unos consejos para los tomes en cuanta en tu próximo vuelo de mucho tiempo.
Elige un buen asiento
Por supuesto esto depende del vuelo y la aerolínea, muchas veces está opción tiene un precio extra. Por ejemplo, los asientes situados detrás de una pared o en las salidas de emergencia tienen mucho mas espacio para estirar las piernas.
Mantente hidratado
Hay un dato que debes saber, y es que en la cabina es nivel de humedad es bajo, incluso bajo el 15%, lo que puede causar que se te reseque la piel, la nariz y los ojos. La manera de contrarrestar este problema es manteniéndote hidratado, tomar agua o jugo y tratar de evitar las bebidas que te deshidratan como el alcohol o el café.
Viaja con ropa cómoda
Lleva puesta ropa liviana y suelta, puedes vestirte con varias capas y sacarlas en el avión, dependiendo de la temperatura que haga, incluso puedes llevar para ponerte una prenda más si hace mucho frio, lleva siempre abrigo, aunque tu viaje sea a un lugar con verano. Además, puedes incluir una mantita y medias cómodas o de comprensión, para que tengas buena circulación mientras estas sentado.
Muévete de vez en cuando
Estar mucho tiempo en la misma posición o sentado puede hacer que aparezcan molestias o dolores. Lo que se recomienda es levantarse del asiento y caminar por el pasillo del avión por lo menos cada dos horas. Si no quieres pararte, también puedes considerar como solución ponerte de puntas de pie varias veces para que estires los músculos.
Ten tu kit para dormir
Para muchas personas la mejor manera de hacer que un vuelo sea llevadero es durmiendo, si eres uno de ellos, de aconsejamos que lleves tu kit de sueño. Por ejemplo, una almohada cervical, tapones para los oídos o auriculares y antifaz para no sentir luces. A muchos les funciona escuchar música relajante, lo que les evita pensar que están a muchos pies de altura, y duermen en paz.
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