El software utilizado en los automóviles del Grupo Volkswagen para alterar las emisiones en función de la temperatura exterior y la altitud es ilegal y debe verse como un «dispositivo de desactivación», según un consultor del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
El Abogado General Athanasios Rantos presentó su argumento a los jueces del Tribunal Supremo Europeo después de que el Tribunal Supremo de Austria, en nombre de los propietarios de vehículos del Grupo Volkswagen, cuestionara la legalidad de los dispositivos que sirven para este propósito.
Hay tres casos pendientes en el Tribunal de Justicia, cada uno relacionado con vehículos del Grupo Volkswagen de propiedad austriaca con software que desactiva el proceso de purificación de gases de escape a temperaturas ambiente por debajo de los 15 grados C y por encima de los 33 grados C y en altitudes superiores a 1000 metros.
En estas condiciones, los vehículos emiten más NOx de los permitidos por la legislación europea, lo que lleva a los tribunales austriacos a cuestionar si deberían permitirse.
Hablando antes del fallo final de los jueces (que se espera en gran medida que esté de acuerdo con el suyo), Rantos destacó un fallo del TJUE de diciembre de 2020 que un dispositivo diseñado para «mejorar el rendimiento del sistema de control de emisiones» durante los procesos de aprobación constituye un dispositivo de manipulación. .
La legislación europea permite que los automóviles estén equipados con esta tecnología, pero solo si «está justificado en términos de proteger el motor de daños o accidentes y para el funcionamiento seguro del vehículo». Rantos dijo que los parámetros utilizados por los vehículos en cuestión estaban fuera de lo que podría considerarse un uso «real» en Austria, donde la temperatura media suele estar por debajo de los 15 grados C y muchos vehículos circulan por encima de los 1000 metros.
Dijo que, por lo tanto, el software reduce la efectividad del sistema de control de emisiones en el funcionamiento y uso normal del vehículo, en lugar de en escenarios extremos, y por lo tanto debe etiquetarse como un dispositivo de desactivación.
Además, dijo Rantos, debido a que el sistema en cuestión está integrado en la válvula de recirculación de gases de escape, desactivarlo no ofrece protección a los componentes internos del motor a bajas temperaturas o en altitudes elevadas.
Todavía no está claro qué vehículos están equipados con este dispositivo, ni cuántos hay en la carretera. Dispositivos como estos no son exclusivos del Grupo Volkswagen, pero en esta etapa no está claro cuáles podrían ser las ramificaciones para la industria en su conjunto si se fortaleciera aún más la legislación relacionada con los sistemas de reducción de emisiones.
En resumen, propuso Rantos, cualquier vehículo equipado con dicho dispositivo no cumple con los requisitos reglamentarios y, por lo tanto, no cumple con el contrato de venta entre el proveedor y el consumidor. Continuó sugiriendo que no se debería «negar a ningún propietario de esos vehículos el derecho a solicitar la rescisión del contrato».
Añadir comentario