El embarazo es un periodo en la vida de la mujer que requiere de especial atención en todos los aspectos relacionados con el cuidado de la salud y el bienestar, tanto físico como mental. Esto es lo que va a velar por la buena prosperidad de todas las fases del embarazo y garantizar las buenas condiciones tanto de la mamá como del futuro bebé.
Para conseguirlo, la dieta en el embarazo es un aspecto crucial. Los buenos hábitos alimentarios son los que van a asegurar que se dispone de la nutrición necesaria para ambos, la energía óptima para pasar cada día y las vitaminas indispensables para una salud de hierro.
A continuación, te mostramos todos los aspectos más relevantes para tener una dieta óptima en este periodo.
Las necesidades de alimentación durante el embarazo
Una buena dieta para embarazadas es la que va a conseguir cubrir las pautas necesarias para un embarazo próspero y son los siguientes:
- Cubrir correctamente las necesidades de nutrición de la mujer.
- Satisfacer las necesidades nutritivas para la evolución y crecimiento del feto.
- Ayudar a que el organismo se prepare de forma óptima para el parto.
- El fomento y la facilitación de la lactancia.
La madre va a necesitar además mucha energía para llevar todas las fases a buen puerto y llegar al parto en buen estado. Eso sí, no la podrá obtener de cualquier manera, y es que el consumo debe ser acorde con las diferentes fases de la gestación y cargados con todos esos nutrientes tan necesarios.
Los alimentos más adecuados para una buena dieta en el embarazo
Los expertos afirman que una mujer embarazada debe consumir entre 2300 y 3000 calorías al día en su dieta, es decir, un 15% de su ingesta diaria. Mientras que, por otro lado, apuestan por un 30% de la alimentación en consumo de grasas.
Para mantener un buen equilibrio estos son alimentos y prácticas muy positivas en estos casos:
- Una dieta muy variada para recibir todo tipo de nutrientes y vitaminas.
- El consumo de carnes, pescados, huevos y leche.
- Un buen aporte de vegetales a diario como las legumbres o la avena.
- Frutas y verduras.
- Hidratos de carbono como arroz, patatas o pasta.
No obstante, hay ciertos ingredientes que se deben evitar en lo posible durante esta etapa, que son los siguientes:
- Los peces grandes y el pescado crudo.
- La leche cruda y derivados.
- Las frutas y hortalizas que no estén bien lavadas y peladas.
- Los huevos crudos.
- La carne cruda y sus elaboraciones, para evitar la toxoplasmosis.
- El alcohol, el café y el chocolate.
- Los edulcorantes.
Durante el embarazo es importante mantener la hidratación y poner el foco en beber mucha agua a lo largo de la jornada. También es relevante incrementar en consumo de cítricos, como, por ejemplo, tomando jumo de naranja natural cada mañana.
Estas prácticas van a ayudar a mejorar las defensas y todo lo relacionado con el sistema inmunitario. Algo que se verá reforzado reduciendo los hábitos poco saludables como el consumo de bebidas con alcohol y tabaco, que además pueden ser elementos muy nocivos para el buen desarrollo del bebé.
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