Podría considerarse una subestimación de la década decir que cuando se lanzó el DB11 en 2016, era un automóvil bastante importante para Aston Martin. Nunca una empresa prosperando con el éxito financiero que imagina que podría lograr un fabricante de autos deportivos tan deseables y costosos, el DB11 ha llegado a lo que podría llamarse un momento decisivo para la compañía británica.
Afortunadamente, el automóvil fue del agrado de la prensa, el público y las personas que lo compraron, por lo que el trabajo que Aston había hecho estaba ciertamente justificado. Se sentó en una plataforma completamente nueva, por ejemplo, y tomó prestada mucha tecnología del socio de Aston, Mercedes. El DB11 también está hecho principalmente de aluminio, que es liviano, excepto donde está hecho de magnesio, que es aún más liviano, y además de eso, se ha trabajado mucho para simplificar su forma elegante y llamativa, por lo que no solo se ve como un millón de dólares, pero así es.
Bajo ese capó voluptuoso había una elección inicial de un V8 twinturbo de 4.0 litros o un V12 de doble turbo de 5.2 litros. Algunos compradores pensaron que un verdadero Aston GT siempre debería tener un V12, pero eran una minoría y el motor se suspendió el año pasado. Si bien resulta que Aston no ha descontinuado realmente el DB11 V12, después de todo, simplemente lo renombró DB11 AMR (para «Aston Martin Racing»).
Aquellos que buscan algo de acción en el viento pueden buscar la versión convertible Volante, que, al menos, parece aún más divina que el cupé cerrado. Los compradores de Volante solo tendrán que conformarse con la opción V8, e inevitablemente 110 kg de peso extra, pero una mirada a este hermoso automóvil debería ser suficiente para convencer a la mayoría de las personas de que pasen por alto estos lugares comunes.
Es justo decir que el DB11 marcó un regreso a la forma para Aston. Todas las opciones de motor suenan gloriosas y responden al pedal con rapidez. El V8 es el más divertido, lo cual es extraño, siendo la versión más barata, pero es rápido y divertido de conducir. Esto se debe a que es más liviano que el V12 y el peso liviano es algo bueno cuando se trata de dirección y manejo.
En el interior, el puesto de conducción es perfecto. Hay mucha capacidad de ajuste en el asiento y el volante, aunque la visibilidad está limitada por esos elegantes pilares gruesos. Sin embargo, el ajuste y el acabado conservan las mejores piezas de los Aston Martins de antaño, con cuero suave cosido a mano, uno al lado del otro, con molduras de madera o fibra de carbono. Y todas esas piezas que parecen de metal por dentro son realmente de metal, incluidas las rejillas de ventilación.
El espacio delantero está bien, pero como era de esperar, dado el perfil atrevido, es mejor reservar los asientos traseros para niños pequeños o maletas. Por cierto, la bota es un poco pequeña, aunque puedes meter un par de bolsas de viaje.
Añadir comentario